El Rey David y la Casa de Dios: Un llamado urgente para esta generación.
Uno de mis amigos publicó en su perfil hace un tiempo un
video de un famoso predicador, el cual, mediante el lenguaje certero y directo
llama a la juventud a levantarse a predicar. Tiene el énfasis de aquellos
hermanos puritanos que llamaban a la vida santa para servir a Dios y a no
dejarse seducir por la sociedad, la cual con sus suaves acordes cautivan a la
presente generación.
En esa oportunidad este predicador arengaba con pasión
sobre las misiones, sobre los lugares no alcanzados y llenos de necesidad
frente a nuestra cristiandad occidental que en medio de la abundancia de
seminarios, canciones y todo tipo de eventos muere por su falta de pasión y la
carencia de vida de oración.
Su arenga era apasionada y desafiante, llamando a los
que ven el video a tomar una decisión de IR,
pues es parte esencial de todo mensaje:
Llevar a que los jóvenes tomen una decisión para salir a las naciones.
A la luz de lo que quiero compartir, en los 8 minutos que dura el video, como en
la ENORME cantidad de videos que hay por doquier se manifiesta una AUSENCIA.
En ningún momento se menciona la palabra Iglesia. Nunca se habla ni del habitat
donde cada hermano o hermana debe desarrollarse. Esto me lleva a concluir que
hay tal carencia de visión respecto de
la Iglesia lo que nos lleva a apelar al individuo pero desprovisto totalmente
del Cuerpo de Cristo.
·
La GRAN cantidad de eventos para la
juventud cristiana de HOY no pueden ocultar la gran CARENCIA de esta
generación: "Ausencia de amor y fidelidad por la
Iglesia y falta de revelación de lo que es la CASA DE DIOS".
Debemos entender que podemos ministrar de todos los énfasis a
la presente generación pero sino impartimos sobre el amor y fidelidad a la casa
de Dios, es decir, a la Iglesia del Señor podemos perder todo el trabajo y el
esfuerzo de años.
Frente a esto despojémonos ahora de todo programa de
entretención y de toda actividad para mantener a esta generación ocupada y
ministremos e impartamos sobre la casa de Dios.
·
El momento del encuentro con Dios nos
lleva no sólo a tener visión sobre nuestra salvación, sino que también respecto
de la Iglesia, la casa de Dios.
Al igual que Jacob después de su encuentro con lo divino
podemos exclamar:
“ No es otra cosa que casa de Dios, y puerta
del cielo” Génesis 28:17b
Dios siempre ha querido tener su
CASA en la tierra.
Y hay un hombre que lo palpitó de
manera REAL lo que Jacob vivió cientos de años atrás:
El Ejemplo del rey David
Podemos leer el corazón de David en
esta hora, el cual es mucho más que un simple autor de Salmos.
David amaba profundamente desde su
infancia la casa de Dios.
·
Por esta razón, es imposible tener intimidad con Dios,
admirar sus obras y exaltar su glorioso nombre si poner nuestros ojos en el
estado ACTUAL de la casa de Dios, la cual es su Iglesia.
Podemos ver en el rey David como
ardía su corazón por la casa de Dios lo que se manifiesta en muchos de sus
Salmos de manera inevitable:
Ø Sal 23:6 Ciertamente el bien y la
misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová
moraré por largos días.
·
Sal_26:8 Jehová, la habitación de tu casa he amado,
Y el lugar de la morada
de tu gloria.
·
Sal_27:4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré;
Que esté yo en la casa
de Jehová todos los días de mi vida,
Para contemplar la
hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
·
Sal_84:10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil
fuera de ellos.
Escogería antes estar a
la puerta de la casa de mi Dios,
Que habitar en las
moradas de maldad.
·
Sal_122:1 Yo me alegré con los que me decían:
A la casa de Jehová
iremos.
·
Sal_122:9 Por amor a la casa de Jehová nuestro Dios
Buscaré tu bien.
Leamos juntos el
hermoso Salmo 132.
·
Sal 132:1 Acuérdate, oh Jehová, de
David,
Y de toda su aflicción;
·
Sal 132:2 De cómo juró a Jehová,
Y prometió al Fuerte de
Jacob:
·
Sal 132:3 No entraré en la morada de mi casa,
Ni subiré sobre el
lecho de mi estrado;
·
Sal 132:4 No daré sueño a mis ojos,
Ni a mis párpados
adormecimiento,
·
Sal 132:5 Hasta que halle lugar para Jehová,
Morada para el Fuerte
de Jacob.
·
Sal 132:6 He aquí en Efrata lo oímos;
Lo hallamos en los
campos del bosque.
·
Sal 132:7 Entraremos en su tabernáculo;
Nos postraremos ante el
estrado de sus pies.
·
Sal 132:8 Levántate, oh Jehová, al lugar de tu reposo,
Tú y el arca de tu
poder.
·
Sal 132:9 Tus sacerdotes se vistan de justicia,
Podemos ver en el ADN de David un sello: Desde al juventud a la
madurez “Pasión por la casa de Dios”
lo cual lo hace manifiesto una y otra vez.
En un momento llega a ser tanta la desesperación por la casa
de Dios que el rey David convoca al profeta Natán:
·
2Samuel
7:2 dijo el rey al profeta Natán: Mira
ahora, yo habito en casa de cedro, y el arca de Dios está entre cortinas.
·
2Sa
7:3 Y Natán dijo al rey: Anda, y haz
todo lo que está en tu corazón, porque Jehová está contigo.
«...haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová está
contigo»
·
*Aquel
día Natán dijo a David:
«Anda, y haz todo lo que está en tu
corazón, porque Jehová está contigo». ‘Ese es tu sueño, intenta realizar tu
sueño’. ¿Por qué? ‘Porque el Señor está contigo’. Pero, menos de veinticuatro
horas después, hubo una sorpresa para David. Dios se había agradado del corazón
de David, pero al seguir leyendo vemos que aquella noche fue la noche más
difícil para David. Después de tantas noches sin dormir, hubo para él una noche
de mayor aflicción. Dios le dijo:
«No
serás tú el que la edifique».
C.Chen.
Aquí vemos la importancia del PROFETA en la vida de un siervo
de Dios.
·
PRIMERA CONVERSACIÓN DE DAVID CON
NATAN: ADULTERIO :
"TU ERES ESE HOMBRE..." (Cuando David es descubierto en su
pecado con Betzabé)
·
SEGUNDA CONVERSACION DE DAVID CON
NATAN: LA CASA DE DIOS :
"TU NO ERES ESE
HOMBRE...." (Cuando a David se le impidió iniciar la construcción de la
casa de Dios)
¿Qué hacer cuando Dios echa un balde de agua fría a tus
sueños?
¿Qué hacer cuando Dios nos dice, "Tu no irás", o
"Tú no harás eso"?
¿Cerramos nuestra mano y corazón para que otros NO sigan el
servicio a Dios?
El amor por la casa de Dios en David era tan fuerte que
estuvo dispuesto a ir mucho más allá que su llamado “personal” en pos de la
edificación de la casa de Dios por lo cual comenzó a preparar todo para la
generación siguiente.
Lo anterior es de vital importancia porque hoy vemos carencia
en la manifestación de los diseños de Dios.
·
Hoy hay muy pocos hombres y mujeres
como David dispuestos a preparar los planos y disponer todo para que los que
vienen construyan aquello que traerá la gloria de Dios a la tierra.
Hoy las carencias manifiestas son porque la presente
generación tiene mucho deseo de trabajar para Dios pero no hay planos ni
provisión para levantar la casa de Dios.
Por esta razón difícilmente hallaremos en el Antiguo
Testamento un personaje que haya agradado el corazón de Dios de una manera tan
profunda como David.
«Aconteció que cuando ya el rey habitaba en su casa, después
que Jehová le había dado reposo de todos sus enemigos en derredor, dijo el rey
al profeta Natán: Mira ahora, yo habito en casa de cedro, y el arca de Dios
está entre cortinas» (2 Sam. 7:1).
·
Al
comparar este pasaje con el pasaje en el Salmo 132, podemos imaginar que,
después de muchas noches sin dormir, David vino al profeta Natán y le dijo: «He
aquí, yo habito en casa de cedro, y el arca de Dios está entre cortinas. Si
Dios no tiene reposo, yo tampoco lo tendré». Aquí entendemos cómo el corazón de
David era uno con el corazón de Dios. C.Chen.
David se sujeta a la palabra y desde su obediencia Dios
cumplió su sueño en sus generaciones.
«Asimismo, Jehová te
hace saber que él te hará casa. Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con
tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de
tus entrañas, y afirmaré su reino. Él edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré
para siempre el trono de su reino. Yo le seré a él padre, y él me será a mí
hijo» (2 S. 7:11-14).
«Después mandó David que se reuniese a los extranjeros que
había en la tierra de Israel, y señaló de entre ellos canteros que labrasen
piedras para edificar la casa de Dios» (1 Cr. 22:2). Cuando David supo dónde
debería echar las bases, él estuvo muy activo. Que Dios le haya dicho: «Tú no eres el hombre que va a edificar»,
no significa que él no estuviese calificado para preparar los materiales de la
construcción.
«Y dijo David: Salomón mi hijo es muchacho y de tierna edad,
y la casa que se ha de edificar a Jehová ha de ser magnífica por excelencia,
para renombre y honra en todas las tierras; ahora, pues, yo le prepararé lo
necesario. Y David antes de su muerte hizo preparativos en gran abundancia ...
He aquí, yo con grandes esfuerzos he preparado para la casa de Jehová cien mil
talentos de oro, y un millón de talentos de plata, y bronce y hierro sin
medida, porque es mucho. Asimismo he preparado madera y piedra, a lo cual tú
añadirás (1 Cr. 22:5, 14)
·
El
diseño fue trazado por la mano del Señor. Para edificar la casa, se necesita un
plano, un dibujo para ver cómo es la casa. Dios le dijo ‘No’ a David; sin embargo, a él le mostró el plano. Y David dijo:
‘Eso fue trazado por la mano de Dios’. La casa de Dios debe ser edificada según
el plano. Cuando Salomón edificó el templo, él debía seguir aquel plano. Si
David desistiera y dijera: ‘Yo no tengo nada que ver con eso’, ¿quién hubiera
sabido cuál era el lugar para edificar la casa? C.Chen
Esto ocurrió al final
de la vida de David. Él no sólo preparó el material, sino también el lugar
donde se iban a poner los fundamentos, preparó los planos, organizó a los
sacerdotes, puso a los cantores en la casa del Señor. Todo estaba casi listo.
Ahora sólo era necesario el toque de oro de Dios. Finalmente, cuando Salomón
estuvo en el trono de David, Dios realizó lo que deseaba.
·
2
Crónicas 6 |Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Dedicación del templo
Entonces dijo Salomón: Jehová ha dicho que él habitaría en la
oscuridad.
2 Yo, pues, he edificado una casa de morada para ti, y una
habitación en que mores para siempre.
3 Y volviendo el rey su rostro, bendijo a toda la
congregación de Israel; y toda la congregación de Israel estaba en pie.
4 Y él dijo: Bendito
sea Jehová Dios de Israel, quien con su mano ha cumplido lo que prometió con su
boca a David mi padre, diciendo:
5 Desde el día que saqué a mi pueblo de la tierra de Egipto,
ninguna ciudad he elegido de todas las tribus de Israel para edificar casa
donde estuviese mi nombre, ni he escogido varón que fuese príncipe sobre mi
pueblo Israel.
6 Mas a Jerusalén he elegido para que en ella esté mi nombre,
y a David he elegido para que esté sobre mi pueblo Israel.
7 Y David mi padre tuvo en su corazón edificar casa al nombre de Jehová
Dios de Israel.
8 Mas Jehová dijo a David mi padre: Respecto a haber tenido en tu corazón
deseo de edificar casa a mi nombre, bien has hecho en haber tenido esto en tu
corazón.
9 Pero tú no edificarás la casa, sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él
edificará casa a mi nombre.
10 Y Jehová ha cumplido su palabra
que había dicho, pues me levanté yo en lugar de David mi padre, y me he sentado
en el trono de Israel, como Jehová había dicho, y he edificado casa al nombre
de Jehová Dios de Israel.
11 Y en ella he puesto el arca, en
la cual está el pacto de Jehová que celebró con los hijos de Israel.
12 Se puso luego Salomón delante
del altar de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendió
sus manos.
13 Porque Salomón había hecho un
estrado de bronce de cinco codos de largo, de cinco codos de ancho y de altura
de tres codos, y lo había puesto en medio del atrio; y se puso sobre él, se
arrodilló delante de toda la congregación de Israel, y extendió sus manos al
cielo, y dijo:
14 Jehová Dios de Israel, no hay
Dios semejante a ti en el cielo ni en la tierra, que guardas el pacto y la
misericordia con tus siervos que caminan delante de ti de todo su corazón;
15 que has guardado a tu siervo
David mi padre lo que le prometiste; tú lo dijiste con tu boca, y con tu mano
lo has cumplido, como se ve en este día.
16 Ahora, pues, Jehová Dios de
Israel, cumple a tu siervo David mi padre lo que le has prometido, diciendo: No
faltará de ti varón delante de mí, que se siente en el trono de Israel, con tal
que tus hijos guarden su camino, andando en mi ley, como tú has andado delante
de mí.
17 Ahora, pues, oh Jehová Dios de
Israel, cúmplase tu palabra que dijiste a tu siervo David.
18 Mas ¿es verdad que Dios habitará
con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no
te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que he edificado?
19 Mas tú mirarás a la oración de
tu siervo, y a su ruego, oh Jehová Dios mío, para oír el clamor y la oración
con que tu siervo ora delante de ti.
20 Que tus ojos estén abiertos
sobre esta casa de día y de noche, sobre el lugar del cual dijiste: Mi nombre
estará allí; que oigas la oración con que tu siervo ora en este lugar.
21 Asimismo que oigas el ruego de
tu siervo, y de tu pueblo Israel, cuando en este lugar hicieren oración, que tú
oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada; que oigas y perdones.
22 Si alguno pecare contra su
prójimo, y se le exigiere juramento, y viniere a jurar ante tu altar en esta
casa,
23 tú oirás desde los cielos, y
actuarás, y juzgarás a tus siervos, dando la paga al impío, haciendo recaer su
proceder sobre su cabeza, y justificando al justo al darle conforme a su
justicia.
24 Si tu pueblo Israel fuere
derrotado delante del enemigo por haber prevaricado contra ti, y se
convirtiere, y confesare tu nombre, y rogare delante de ti en esta casa,
25 tú oirás desde los cielos, y
perdonarás el pecado de tu pueblo Israel, y les harás volver a la tierra que
diste a ellos y a sus padres.
26 Si los cielos se cerraren y no
hubiere lluvias, por haber pecado contra ti, si oraren a ti hacia este lugar, y
confesaren tu nombre, y se convirtieren de sus pecados, cuando los afligieres,
27 tú los oirás en los cielos, y
perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, y les enseñarás el
buen camino para que anden en él, y darás lluvia sobre tu tierra, que diste por
heredad a tu pueblo.
Efectos de la oración en la casa de Dios
28 Si hubiere hambre en la tierra,
o si hubiere pestilencia, si hubiere tizoncillo o añublo, langosta o pulgón; o
si los sitiaren sus enemigos en la tierra en donde moren; cualquiera plaga o
enfermedad que sea;
29 toda oración y todo ruego que
hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cualquiera que conociere su
llaga y su dolor en su corazón, si extendiere sus manos hacia esta casa,
30 tú oirás desde los cielos, desde
el lugar de tu morada, y perdonarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos,
habiendo conocido su corazón; porque sólo tú conoces el corazón de los hijos de
los hombres;
31 para que te teman y anden en tus
caminos, todos los días que vivieren sobre la faz de la tierra que tú diste a
nuestros padres.
32 Y también al extranjero que no
fuere de tu pueblo Israel, que hubiere venido de lejanas tierras a causa de tu
gran nombre y de tu mano poderosa, y de tu brazo extendido, si viniere y orare
hacia esta casa,
33 tú oirás desde los cielos, desde
el lugar de tu morada, y harás conforme a todas las cosas por las cuales
hubiere clamado a ti el extranjero; para que todos los pueblos de la tierra
conozcan tu nombre, y te teman así como tu pueblo Israel, y sepan que tu nombre
es invocado sobre esta casa que yo he edificado.
34 Si tu pueblo saliere a la guerra
contra sus enemigos por el camino que tú les enviares, y oraren a ti hacia esta
ciudad que tú elegiste, hacia la casa que he edificado a tu nombre,
35 tú oirás desde los cielos su
oración y su ruego, y ampararás su causa.
36 Si pecaren contra ti (pues no
hay hombre que no peque), y te enojares contra ellos, y los entregares delante
de sus enemigos, para que los que los tomaren los lleven cautivos a tierra de
enemigos, lejos o cerca,
37 y ellos volvieren en sí en la
tierra donde fueren llevados cautivos; si se convirtieren, y oraren a ti en la
tierra de su cautividad, y dijeren: Pecamos, hemos hecho inicuamente,
impíamente hemos hecho;
38 si se convirtieren a ti de todo
su corazón y de toda su alma en la tierra de su cautividad, donde los hubieren
llevado cautivos, y oraren hacia la tierra que tú diste a sus padres, hacia la
ciudad que tú elegiste, y hacia la casa que he edificado a tu nombre;
39 tú oirás desde los cielos, desde
el lugar de tu morada, su oración y su ruego, y ampararás su causa, y
perdonarás a tu pueblo que pecó contra ti.
40 Ahora, pues, oh Dios mío, te
ruego que estén abiertos tus ojos y atentos tus oídos a la oración en este
lugar.
41 Oh Jehová Dios, levántate ahora
para habitar en tu reposo, tú y el arca de tu poder; oh Jehová Dios, sean
vestidos de salvación tus sacerdotes, y tus santos se regocijen en tu bondad.
42 Jehová Dios, no rechaces a tu
ungido; acuérdate de tus misericordias para con David tu siervo.
·
2 Crónicas 7 | Reina-Valera 1960 (RVR1960)
La gloria de Dios en la tierra
1
Cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y consumió
el holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová llenó la casa.
2 Y no podían entrar los sacerdotes
en la casa de Jehová, porque la gloria de Jehová había llenado la casa de
Jehová.
3 Cuando vieron todos los hijos de
Israel descender el fuego y la gloria de Jehová sobre la casa, se postraron
sobre sus rostros en el pavimento y adoraron, y alabaron a Jehová, diciendo:
Porque él es bueno, y su misericordia es para siempre.
·
SE ACABA DE
CUMPLIR EL DESEO QUE NACIO DEL CORAZÓN DE UN HUMILDE PASTOR DE OVEJAS.
DESAFÍO a las siguientes
generaciones: Enseñarles a amar la casa de Dios, la Iglesia de estos tiempos.
·
Las muchas
ACTIVIDADES no garantizan que a esta generación les estemos enseñando a amar la
casa de Dios.
La pregunta de todo siervo o sierva
de Dios para estos días es: ¿Con cuánta gente puedo contar en 10, 20, 30 o 40
años mas?
Si hay dudas al respecto debemos
procurar por el Espíritu Santo impartir la verdad de la Iglesia y entender lo
siguiente:
·
Todas las
verdades de la familia, evangelismo, liderazgo, dones y talentos, ministerios,
etc tendrán EFECTIVIDAD real cuando funcionemos como Iglesia de acuerdo al
PLANO DIVINO.
Podríamos encontrarnos con la
siguiente contradicción si no reaccionamos:
Las casas BIEN artesonadas de los tiempos de Hageo, sin embargo, la casa
de Dios, DESIERTA.
HOY estamos frente a la realidad
que en la mayoría de nuestras congregaciones sólo se ENFATIZA una parte del
querer de Dios [Dones, familia,
misiones, lo social, profecías, artes, evangelismo, prosperidad, adoración, etc]
pero a esta generación no le ha sido revelada la casa de Dios la cual es la
Iglesia. El problema es que si carecemos de la revelación del Cuerpo de Cristo
y del rol que ocupamos en Él, cualquiera de los ÉNFASIS nombrados se transformará
en un FIN olvidando EL PLAN DE DIOS PARA LA IGLESIA aquí en la tierra.
·
El éxito de
algún plan de trabajo individual es momentáneo, pero el éxito de la edificación
de la casa de Dios como Cuerpo de Cristo tiene un impacto sobre todas nuestras
generaciones.
Debemos preparar a nuestra gente
desde su conversión no para ser individuos exitosos sino para vivir como un
miembro del Cuerpo de Cristo de manera plena y así manifestar la casa de Dios
en estos tiempos.
TODOS JUNTOS COMO GENERACIÓN DEBEMOS DERROTAR AL
INDIVIDUALÍSMO.
·
POR
ESTO, todo funcionará de acuerdo al diseño divino cuanto tengamos al igual que
el rey David en nuestro corazón un deseo profundo: Que la casa de Dios se manifieste con todo poder en nuestra
generación.
Hoy ya no hay templo en Jerusalén
pero hay algo más glorioso:
La Iglesia de Jesucristo, la cual,
como casa de Dios manifestará la gloria de Dios aquí en la tierra.
·
En este
tiempo, si no nos abrimos a la verdad de la Iglesia del Señor nos encontraremos
con una generación que se sabe todas las lecciones, todas las canciones,
participa de todas las actividades pero no sabe ni tiene conciencia de lo que
es la casa de Dios ni de la Importancia clave de la Iglesia en este tiempo. Síntoma
de esto son las miles de personas que se cambian mes a mes de congregación,
quizás, no es problema de consolidación solamente, sino de que no le hemos
impartido a nuestra gente la importancia de la Iglesia en las vidas y la
fidelidad y unión intima con los demás hermanos.
Pablo al
respecto de esto Pablo exhorta a Timoteo:
Esto te escribo, aunque
tengo la esperanza de ir pronto a verte,
para que si tardo, sepas
cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente,
columna y baluarte de la verdad. 1
Timoteo 3:14-15
Los que amamos la casa de Dios
debemos volvernos con todo al santo templo de Dios y clamar a Dios por visión y
revelación para su casa y CONDUCIRNOS como tal.
Cuando no hay casa de Dios en una
ciudad, cuando está vacía y no hay provisión nada bueno espera para aquella
ciudad.
Sin embargo, cuando la Iglesia del
Señor se manifiesta en una ciudad, todo el favor del cielo se hace visible en
la tierra y todos juntos podemos manifestar a Dios en la tierra.
Todos juntos podremos hacer
realidad la declaración:
“Somos casa de Dios y puerta del Cielo”
Comentarios