LIBERA a tus Generaciones!

                                           





Para comenzar creo necesario poder responder estas preguntas porque las respuestas nos mostrarán en qué dirección vamos como nueva generación:

  • ¿En el lugar donde me congrego se apela generalmente a la conducta o a la mente de las nuevas generaciones?
  • ¿Se enfatizan los pecados y su consecuencia o se lleva a los jóvenes a renovar su mente para luego no pecar? ¿Hemos analizado a las generaciones pasadas y hemos visto las razones de sus fracasos?
  • ¿Son nuestras reuniones llenas sólo de emoción y no un momento donde la gente pueda tomar decisiones? ¿Somos de las personas que participan de una y otra convocatoria,evento o concierto y no nos paramos en el camino y evaluamos, cuánto hemos crecido,cuantas personas hemos alcanzado para Cristo, cuantos jóvenes de la nueva generación se han unido en matrimonio en Cristo y tienen sus familias en orden y santidad en nuestras congregaciones?
  • ¿Hemos preguntado después de alguna reunión o convocatoria que decisiones "en la práctica" la nueva generación ha tomado en respuesta a la palabra
  • entregada?
  • ¿Estamos preparándonos como la nueva generación en Cristo para el futuro que ya viene?

Si hay un hombre que bendijo a su generación ese fue el rey David: "Porque a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios..."Hechos 13:36a
Nos conmueve la pasión de David y su búsqueda constante por la presencia de Dios. Como oí en algún lugar: para el Rey de David la adoración no era un pasatiempo más, era un asunto de estado.
Antes que nada David procura traer el arca del pacto a la ciudad amada, y no descansó hasta que la vio instalada en medio de la ciudad, es más, en su corazón procuró construir un templo para que permaneciera el culto a Dios de manera permanente. David tuvo en sus manos los planos de la casa de Dios y acumuló riquezas para su construcción pero no pudo llevar a cabo su proyecto.
Llama la atención las vivencias de este hombre del cual se dice que "sirvió a su generación" y por otro lado aquellas manos que se levantaban para adorar a Dios derramaban sangre inocente en medio del adulterio.

En medio de todo este caos David siempre se humilló y reconoció su pecado. Por esta razón Dios afirmó su trono y su descendencia siguió en el reinado.
Cuando hablamos de "liberar las generaciones" vemos a David, con todas sus debilidades como procuró crear una plataforma para su hijo Salomón, instruyéndolo y preparándolo para que el reinado de su hijo fuera glorioso y el deseo de su corazón "construirle una casa a Dios" se cumpliera con su descendiente.


Podemos ver a través de este ejemplo que cada generación tiene una misión. Para cada generación hay un propósito según el plan de Dios, y ese propósito específico es ayudar a que el propósito eterno, el gran propósito de Dios, avance en el tramo que corresponde hasta su consecución final. Cada generación tiene la responsabilidad específica de recuperar algún aspecto de la revelación de Dios, para que al fin de los tiempos, en la consumación de todas las cosas, la iglesia esté en condiciones de participar en forma decisiva en los eventos finales.
La responsabilidad de cada generación es inmensa. Ella no puede repetir lo que hizo la generación anterior. Si así fuera, bastaría con tomar la experiencia de la generación anterior y replicarla. Sin embargo, no es así, pues implica poner el oído muy atento para saber qué es lo que Dios tiene que decirle a esa generación en particular, cuál es la visión para ese tiempo en particular. No todas las generaciones han colaborado con el desarrollo
del propósito de Dios. Hay generaciones de fe y hay generaciones de incredulidad.*Eliseo Apablaza F.

Nuestra misión en la actualidad es ver cada hecho o circunstancia no sólo como el presente, sino como algo que marcará nuestras generaciones.
Recuerdo muy bien a los 17 años como Dios me habló en un lugar y a la hora que el dispuso: "Te he llamado para hablar mis palabras a esta generación". Para mí fue una experiencia tremenda que marcó mi vida en un antes y después. Hasta ahora he entendido que no se trata sólo de mí, sino también de mis generaciones.

¿Dios te habló?, ¿Dios te liberó de algo?, ¿Dios te ha bendecido?

No se trata sólo de nosotros sino es por causa de nuestras generaciones que vienen y que avanzarán mucho más que nosotros. Nuestros hijos deben ver nuestras experiencias con Dios como el "piso" desde donde comiencen a avanzar.
Nuestros hijos no pueden luchar con los gigantes que nosotros luchamos en la actualidad.
Ellos tendrán sus propios enemigos y vencerán.

¿Qué HERENCIA dejaremos?, ¿Que realidad de Iglesia ellos vivirán?

¿Cuántos pastores y líderes de Iglesia estarán preparando a aquellos que asumirán en el futuro la responsabilidad de liderar la Iglesia del Señor?

Sinceramente, ¿esperamos que vivan los mismos fracasos y contradicciones que muchas veces se ve en la cristiandad de hoy?

Al igual que David, con todas mis debilidades, quiero preparar, quiero hacer todo lo posible para que mis generaciones sean libres para servir a Dios y no esclavas de este sistema maligno.
Creo que nuestras generaciones se comienzan a liberar cuando entendemos que en esta tierra no estamos para procurar nuestras propias plataformas, sino para generar las condiciones necesarias para que el Reino de Dios siga adelante.

¿Qué hecho quedará si Dios nos usa con poder pero no queda nada para la siguiente generación?

Si bien Salomón construyó el gran templo y fue recordado por eso, el sueño, provisión y modelo comenzó en los genes de su padre, David.
Podemos declarar: La gran Iglesia que trastornará nuestros países está en nuestros genes HOY. La gran iglesia que será la última generación antes que Cristo venga está en nuestros genes.

LIBERA  A TUS GENERACIONES

Libera tus generaciones cancelando toda deuda innecesaria.
Libera tus generaciones de la frialdad religiosa y ambigüedad espiritual
Libera tus generaciones ahorrando desde que tus hijos nacen para que pagues su educación superior y no dependan que el sistema les dé una beca.
Libera tus generaciones para que tus generaciones no tengan que trabajar y estudiar sino que tengan TIEMPO para trabajar o estudiar y servir a Dios como corresponde.
Libera tus generaciones buscando a Dios, con pasión, lleva la antorcha porque un día tendrás que pasársela a los que irán a lugares donde tu no llegarás.

ENTREGA UNA ANTORCHA ENCENDIDA

Libera tus generaciones PENSANDO aunque seas muy joven ¿Cómo quiero que sea la madre o el padre de mis hijos? y no sólo la satisfacción presente.
Ora hoy a Dios para que te muestre cual es la persona asignada para tu vida porque hay personas que Dios nunca asignó para nosotros.

Llegó la hora de colocarnos serios y proclamar en el nombre del Señor que todo lo que arrastran nuestras familias, sean pecados, maldiciones, mañas, costumbres y cultura anti Dios. TODO, ABSOLUTAMENTE TODO SE CORTA en nosotros y nuestros hijos se parecerán más Cristo que a nuestra parentela.

En nosotros se corta toda religiosidad, toda frialdad, comodidad e incredulidad. Se corta en el nombre de Jesús. Se corta en nosotros toda unión en "yugo desigual" y toda inmoralidad de nuestras familias; aquel gobierno de fornicación y adulterio se corta en nosotros. Aquella cultura de tener hijos fuera del matrimonio se corta en nosotros en el nombre de Jesús.
Se corta en nosotros toda enfermedad, toda cadena de males físicos y sicológicos. En nosotros se corta. Si algo nos viene será solo por algo específico del trato de Dios con nosotros pero no por herencia genética y familiar.
Se corta en nosotros toda pobreza y carencia.
Hoy nos abrimos a ver el cuadro completo, a ver más allá de nosotros y ver a nuestros hogares viviendo armonía y paz y enfrentado las dificultades llenos de fe.
Nuestros hijos están destinados a gobernar, a tener influencia en medio de este sistema pecaminoso. Desde nuestros genes saldrán generaciones que conquistarán espacios que aún están cerrados para la Iglesia. Nuestros hijos serán cabeza, no cola.
Declaramos hoy que nuestras generaciones no se apartarán de Cristo y le verán venir en aquel día donde “todo ojo le verá”.
Declaramos una Iglesia gloriosa en medio de nuestros pueblos para las generaciones que vienen.
Quizás somos la última generación, quizás nuestros hijos.
Nos urge por tanto ahora ganar a nuestra generación para Cristo. Estamos contra reloj, los tiempos se han acortado sobre la tierra. Nuestras generaciones tendrán que ganar a sus contemporáneos. A nosotros nos toca ganar a la nuestra.

Atención: Si no hacemos nuestra tarea hoy haremos mucho más pesada la carga para los que vienen.

Que no digan de nosotros: Esa generación sólo paso encerrada dentro de cuatro paredes sin ganar a nadie para Cristo y no tienen influencia sobre nadie.

Que digan de nosotros: A pesar de todo, creyeron a Dios, se esforzaron, lloraron,predicaron, se desgastaron y buscaron a Dios.
Que las generaciones futuras nos vean como vieron a Noé, Abraham, José, Moisés, David,Nehemías, Pablo y tantos otros que se entregaron por su generación.
Nuestro Señor marcó su generación y en tres años de ministerio hizo mucho más de lo que miles de personas hicieron en toda su vida.

Pero El prometió: " Mayores cosas harán..."
Desde este lugar, desde este año saludamos a aquellos que llevarán a la Iglesia al lugar que le corresponde.
Desde acá saludamos a nuestros hijos, nietos y bisnietos. Desde ya declaramos
LIBRES A NUESTRAS GENERACIONES PARA SERVIR Y AMAR A DIOS.

Alberto Rojas J.


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