¿SALVOS o HIJOS?


Desde los tiempos de Juan El Bautista se produce un hecho que está descrito en la escritura con frecuencia: La identidad del papá sobre el hijo. La manera más clara es cuando se escoge un nombre para el niño.
En el caso de Juan el Bautista, su padre había vivido tal experiencia con Dios que no podía hablar. En esa experiencia le había sido revelado el NOMBRE y la MISIÓN de Juan: Preparar el camino del mesías en su oficio de "profeta del altísimo".
Mientras el padre de Juan estaba mudo muchos familiares se disputaban el mejor nombre, incluso le decían que le colocarán el mismo nombre de su papá. Pero Dios había dicho otra cosa.
Finalmente, puede escribir su nombre y todo queda sellado. Al recuperar el habla Zacarías pudo completar su labor junto a la madre de Juan en prepararlo para su cometido.
Si los padres de Juan eran de edad avanzada fueron claves en la niñez del niño, en esos primeros años forjaron su identidad para su misión.
En el caso de nuestro Señor su identidad de Salvador le fue revelado antes a sus padres, razón por la cual antes que naciese el niño ya tenía su identidad y misión marcados.
QUE IMPORTANTE ES EL QUE OTORGA IDENTIDAD.
En estos tiempos donde sólo hay tantos hombres que embarazan a mujeres pero NO FORJAN NINGUNA IDENTIDAD, O BIEN, GUÍAN A LOS HIJOS POR UN DESTINO TOTALMENTE CONTRARIO A LA VOLUNTAD DE DIOS vale la pena recuperar este principio en la Iglesia del Señor.
Nuestro Padre, desde antes de todas las cosas ya pensó en nosotros, ya forjó un destino, ya nos vio sirviendo con todo para su plan.
Al igual que Cristo a sus doce años a temprana edad nuestros hijos ya debieran saber quién es su Padre y lo necesario que es estar preocupado de sus negocios.
Cuando Cristo se acercó ese glorioso día al Jordán para ser bautizado no fue para arrepentirse de sus pecados, o para aclarar dudas, puedes sus padres habían hecho un buen trabajo en cuanto a su guía. En ese maravilloso se escuchó un testimonio del cielo que declaraba la naturaleza de Cristo, "Este es mi Hijo amado".
Esencialmente, es en ese momento que damos testimonio de que seguiremos a Cristo, en que sucede algo mucho más hermoso y profundo que la liberación de pecados.
Es cuando desde el cielo, es declarada nuestra verdadera naturaleza:
HIJOS DE DIOS.

Por esta razón, no es tarde para volver a examinar sobre lo que produce hoy la Iglesia.
¿Un grupo de creyentes?
¿Un grupo de religiosos?
¿Un grupo de personas con moral buena y aceptable?
En todo redimido, en todo aquel que por gracia de Dios es libre de sus pecados DEBIERA MARCARSE A FUEGO: Soy HIJO de mi Padre que me amó.
Y ser hijo implica tener la MISMA NATURALEZA.
Es decir, desde ese momento el cristianismo no se transforma  hacer cosas buenas o dejar de hacer las malas, se transforma en vivir de acuerdo a la naturaleza que hay en nosotros.
Se van los problemas de soledad, los dolores de las heridas por padres que no cumplieron su labor pierden su poder sobre nosotros y los problemas emocionales por la paternidad perdida o desenfocada comienzan a ceder en su influencia sobre nosotros. Junto con mostrársenos el amor eterno de Cristo, se nos muestra quien es nuestro VERDADERO padre y que es la Iglesia a la cual estaremos unidos hasta que Dios diga: "Hijo mío, se cumplió el tiempo".
Nuestro Señor se hace mucho más claro por la experiencia maravillosa con su Padre, como tenía testimonio de Él no podía hacer ni decir nada que estuviera en CONTRA DE SU FILIACIÓN, sin lugar a dudas, era una expresión del Padre aquí en la tierra.
Una vez comenté: Aunque me hiciera muchas cirugías plásticas, no podría ocultar los rasgos de mi papá. Pues a medida que pasa el tiempo se notan más y más.
Así debiera ser con nuestro Padre, a medida que pasa el tiempo, el sello del Padre, el sello de aquel por el cual proviene toda IDENTIDAD debieran hacerse notar en nuestras vidas.
Jesús, después de su momento de gloria en el Jordán es conducido al desierto donde Satanás lo primero que pone a prueba es su identidad, aquello que el Padre había sellado momentos antes.
Satanás declara "SI ERES HIJO....".
Satanás está muy interesado en sembrar la duda. Con su veneno mortal nos quiere SEPARAR DEL PADRE, haciéndonos que nos olvidemos de nuestra naturaleza. A la hora que Cristo le cree comienza a OPERAR SEPARADO DE SU PADRE PROCURANDO SU PROPIO PROPÓSITO Y DESTINO.
En la escritura se declara  porqué era IMPOSIBLE CAER FRENTE A SATANÁS:
JESÚS: El Padre y yo somos uno. Juan 10:30
PADRE: Mi Hijo eres tú, yo te he engrandado hoy. Hebreos 1:5

Queridos:
Mientras más lejos del Señor menos acceso tenemos a su naturaleza y a la revelación de su persona. Algunos desde lejos lo confunden con un profeta, otros con Elias, otros con un maestro; PERO, a los que están cerca, desde el mismo corazón del Padre les es revelado quien en realidad es Jesús: El HIJO del Dios altísimo. Mientras más LEJOS, MENOS REVELACIÓN, mientras más CERCA, MAS revelación de la persona de Cristo.
En el monte de la transfiguración a los tres discípulos que serían columna de la Iglesia antes que llegue Pablo les es revelado que hay alguien mayor que Moisés y Elias: El HIJO, nuestro hermano mayor. Hay algo mayor que la LEY, y es la naturaleza del HIJO operando en nosotros. Es al HIJO al cual debemos oír hoy, en el pasado fueron profetas y grandes hombres, pero hoy Dios habla por el Hijo a través de su Iglesia que tiene la misma naturaleza que la cabeza y el mismo corazón que el Padre.
Por esta razón podemos decir que la creación anhela la manifestación de los evangélicos, NO. La creación anhela la manifestación de los religiosos, NO. La creación anhela la manifestación de aquellos que tienen la naturaleza del Padre: LOS HIJOS DE DIOS.
En estos tiempos donde los hombres colocan sus ojos en tu OFICIO (Profesión, cargos, don), Dios coloca sus ojos sobre tu naturaleza: HIJO.
Sólo los HIJOS traen la voluntad del Padre a la tierra.
Urge que hoy Dios levante en su Iglesia gente con la capacidad de ENGENDRAR A CRISTO en otros porque un cristiano sin IDENTIDAD no sabrá cual es su misión CLAVE aquí en la tierra. Traerá personas a las reuniones pero no sabrá lo que es ENGENDRAR a Cristo en otros.

Nicodemo, fiel reflejo de la Iglesia en la actualidad.
Nicodemo no era cualquier hombre, era un rico judío, fariseo, muy educado, maestro en el antiguo Israel y miembro del Sanedrín (Asamblea de sabios).
Nicodemo en su diálogo maravilloso con Jesús apelaba a lo que el HOMBRE DEBE HACER para experimentar a Dios y Jesús le declara que HAY QUE NACER DE NUEVO para experimentar las cosas de Dios.
Nicodemo asocia el NACER DE NUEVO al conocimiento que Él tiene, a lo que sus OJOS VEN.
Sin embargo, Jesucristo declara que NACER DE NUEVO es NACER DE ARRIBA y eso es voluntad del Padre, aquí no hay carne ni sangre.

Para experimentar las verdades del Reino de Dios hay que NACER a una NUEVA VIDA. No es CAMBIAR DE RELIGIÓN o RITUAL, no es cambiar de costumbres para alcanzar algo, ES UNA VIDA NUEVA, LA VIDA DEL CIELO ENGENDRADA AQUÍ EN LA TIERRA.
Hoy con mucho temor podemos decir: Hay muchos creyentes que son salvos pero NO TIENEN EXPERIENCIA CON EL HECHO DE SER HIJOS, han cambiado sus costumbres, se esfuerzan por seguir mandamientos, pero LA NATURALEZA CAÍDA arrastra su corazón irremediablemente, NO HAY HERENCIA, NO HAY PRESENCIA DEL ESPÍRITU SANTO EL CUAL CLAMA "PAPITO", NO HAY ALEGRÍA NI CARGA POR LOS PERDIDOS. NO HAY CAMBIOS ESTRUCTURALES EN LA VIDA.
¿QUE FALTA?
NACER DE NUEVO, NACER DE ARRIBA, lo cual es mucho más que ofrendar y ocupar algún puesto en la IGLESIA.
¿Como sabemos si hemos nacido de arriba?
PORQUE LA NATURALEZA QUE NOS GOBIERNA ES LO QUE FUE DECLARADO SOBRE NOSOTROS: ERES MI HIJO.
Si eres HIJOS VERÁS LA ORACIÓN COMO ALGO CLAVE PARA TU RELACIÓN CON EL PADRE.
TE IMPORTARÁN LOS NEGOCIOS DE TU PADRE.
TENDRÁS ACCESO A LA HERENCIA, PUES, TODO LO DEL PADRE ES TUYO.
JESÚS ES TU HERMANO MAYOR.
Hoy tenemos mucha actividad y ritual religioso que puede OCULTAR nuestra falta de identidad, pero NUESTRA VERDADERA NATURALEZA se manifestará tarde o temprano. Por esta razón, volvamos de ser necesario a ese momento donde comenzamos nuestro caminar en Cristo y que nos sea revelado que no sólo cambiamos de religión, no solo fuimos libres de nuestros pecados. Sucedió algo mucho más maravilloso que puede llevar a que nuestra vida COMIENCE A CAMBIAR PARA SIEMPRE : El Padre declaró nuestra IDENTIDAD eterna la cual NI EL INFIERNO PUEDE RESISTIR: Somos sus hijos.
Todo esto no es por ESFUERZO humano, sino por el SACRIFICIO DE NUESTRO SEÑOR que nos HA LIBRADO DE UNA VIDA SIN PROPÓSITO, DEL ENGAÑO Y LA IGNORANCIA.
A LA LUZ DE ESTE ENTENDIMIENTO, SI HOY NO TE CONGREGAS, no es porque alguien falló, ni porque solamente nos enfriamos.

Es porque algo no vimos, algo no experimentamos: El día que fuimos salvos el Padre se manifestó a nosotros y nos trajo a su casa, la cual es su Iglesia, si somos sus hijos nuestra naturaleza es estar en la casa del Padre; congregarse es parte de nuestro ser. No valorar la COMUNIÓN con la IGLESIA donde DIOS nos ha puesto no es sólo un síntoma que avisa nuestra probable caída, sino que es la NEGACIÓN misma de nuestra naturaleza de Hijos pertenecientes a la familia de Dios pues un HIJO siempre está en casa y si se aleja por alguna razón SIEMPRE volverá a casa pues con los HIJOS el Padre quiere estar.

Alberto Rojas J.

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